Hay que recuperar el protagonismo social
Luis Pásara ha publicado “La ilusión de un país distinto. Cambiar el Perú de una generación a otra” (Fondo Editorial PUCP, 2017), libro que reúne entrevistas con 30 peruanas y peruanos, acerca de la idea de cambio social y la búsqueda de un país mejor. Comparto un fragmento de la conversación que sostuve con él y que forma parte de este interesante libro.
Hay que recuperar el protagonismo social
Indira Huilca
Sí tengo una utopía. Ma resistía un poco a usar esa palabra, pero creo que todos quienes estamos en política tenemos una utopía, porque si no fuera así no tendríamos suficiente fuerza para movernos y movilizar. En la política la utopía es uno de los motores para la movilización. La utopía se ha transformado, no puede plantearse en términos absolutamente universales. Hubo un tiempo en que sí; me parece que ahora es algo mucho más difuso. Creo que es posible cambiar el estado de las cosas, mejorarlo, hacerlo más justo. Pero también creo que esa utopía, esa mirada a un horizonte utópico está muy permeada por la diversidad: tiene que considerar las marcadas diferencias de realidades, de contextos, de culturas. Con eso tenemos que lidiar quienes hemos pasado de una utopía más dura a una que todavía está en construcción.
Entonces, uno de los elementos de esa utopía es una fuerte apuesta por reivindicar la diversidad, para que pueda resultar beneficiosa, que pueda ser pilar de la construcción de una sociedad más justa. Es difícil, suena súper complicado, pero creo que es uno de los ejes fundamentales. La vuelta de la sociedad bajo la idea de la diversidad es una idea, para mí, muy potente y es una de las cosas que me moviliza; quisiera que sea uno de los ejes principales del proyecto que estamos construyendo con otros compañeros y compañeras.
También creo que hay que recuperar la idea del protagonismo social. Durante el tiempo que a mí me tocó vivir, mientras crecía, fue una idea que se fue perdiendo, que se disolvió en la lógica de la preocupación individual y la idea del emprendedor, esta lógica más individualista. Se puede retomar la idea fuerte del protagonismo de la sociedad, de lo colectivo; es algo fuerte que recuperar, combinado con la lógica de la diversidad, que también es muy potente.
Tengo algunos referentes cercanos; son los que elegí. Uno fue mi papá, no necesariamente porque fuera mi papá sino porque es alguien a quien reconozco cualidades que no vi ni veo en algunos otros líderes de la izquierda: la proclividad al diálogo y la posibilidad de encuentro con quienes piensan diferente. Este es un valor que nos ha costado mucho -y todavía nos cuesta mucho- aprender: escuchar al que piensa distinto a ti y no hacerle casi un juicio y tener la voluntad de expectorarlo del espacio político en el que estás. Eso es algo bien fuerte. Tenemos una izquierda que fue muy ideológica, muy ideologizada, que tenía una tendencia muy clara a marcar una línea divisoria con el del costado. Eso es algo que también pasa factura.
No creo en los caudillos ni en esa cosa medio mesiánica que se genera alrededor de ciertas figuras, pero sí me parece que los referentes son importantes, gentes de carne y hueso que puedes presentar como evidencia de que es posible combinar la vida política con un desarrollo de la vida personal también satisfactorio. Esos son los referentes para mí. Gente como Saúl Cantoral, Maria Elena Moyano, líderes sociales, más que políticos y que jugaron un rol político, pero en otro nivel, tal vez menos visible.
Me doy cuenta de su relevancia porque me he reencontrado con mucha gente que viene de esa época y en la cual permanece su recuerdo. Han dejado un legado muy fuerte; es muy difícil hacer que se olvide. Me parece que ese legado nos ayuda a generar la continuidad, las ganas de seguir apostando por el cambio, por la transformación.
Tomado de: “La ilusión de un país distinto. Cambiar el Perú de una generación a otra” (Fondo Editorial PUCP, 2017). Pág. 369-370.
Foto: Detalle de imagen de Librería El Virrey en Facebook.