La pregunta sobre nuestra identidad étnica

Luego de una década, tendremos un nuevo censo nacional de población. Y por primera vez, se ha incluido una pregunta de autoidentificación étnica. Las organizaciones ciudadanas indígenas y afroperuanas han trabajado arduamente para que esta pregunta se incluya y se han movilizado al menos durante el último año para que la pregunta se conozca y se comprenda. Lamentablemente, el propio estado y los políticos no han acompañado este proceso, lo que se refleja en el nivel de desinformación sobre el sentido de la pregunta y peor aún, en las desacertadas declaraciones de algunos representantes, que han sugerido que se trata de una pregunta “racista”.

La autoidentificación étnica no es un tema de “razas” ni de identidades estáticas. En el Perú, somos hijos e hijas de diferentes culturas, y de varias al mismo tiempo. La pregunta del censo es una oportunidad para reconocerlo, conversarlo y, como exigen las organizaciones indígenas y afroperuanas, hacerlo visible. Que cuente, no solo para la imagen que tenemos de nosotros y nosotras mismas como peruanos y peruanas, sino para las políticas públicas, que deben diseñarse a partir de información que considere las variantes étnicas, lingüísticas e identitarias que componen nuestra nación. Es una oportunidad para reconocer las culturas de las que provenimos aunque no vivamos en un territorio étnicamente definido ni hablemos una lengua originaria. Reconozcamos nuestras tradiciones, costumbres e historia, tantas veces invisibilizadas, negadas, ninguneadas en el Perú.

Este domingo demos una respuesta consciente y respetuosa. Hacer visible nuestras muchas identidades es el camino para afirmar la diversidad étnica y cultural del país, para elaborar mejores políticas públicas y para combatir la discriminación, uno de los problemas que aún arrastramos como sociedad. Por eso, a la pregunta “Por sus costumbres y sus antepasados, ¿Usted se siente o considera…?” Yo responderé “Quechua”.