Inversión en educación: un clamor de la huelga magisterial

En las últimas dos décadas el Perú ha destinado a la educación menos del 3% del PBI y solamente en los dos últimos años esta se ha incrementado ligeramente por encima del 4%. Pese a representar el sector con mayor presupuesto (18% del total, seguido por salud y transporte), es insuficiente. Este año el monto destinado al sector educación es de 29 mil millones, 51% de los cuales se destina a remuneraciones y beneficios sociales, 24% a gastos de capital (infraestructura principalmente) y 18% a bienes y servicios.

Las investigaciones más serias muestran que la educación mejora solamente en aquellos países que inviertan de manera consistente más de 5 mil dólares por alumno, según lo recuerda Teresa Tovar. En nuestro país la inversión por alumno ha estado por debajo de los mil dólares y actualmente llega a este monto pero muy lejos del estándar internacional (la quinta parte para ser más exactos). Existen además diferencias notorias en la inversión por alumno según región, reflejándose la desigualdad también en el acceso a la educación pública.

Un factor fundamental en cualquier proyecto de desarrollo del país lo constituye la formación, capacitación y generación de habilidades en los niños y niñas peruanos, por ello la inversión destinada a ello debe retomar su rol central en las políticas de Estado.

La remuneración mínima de un profesor público en el Perú es de S/. 1,780, muy por debajo de las remuneraciones mínimas pagadas a los docentes en la región. En el caso de Chile el salario de un profesor oscila entre US$ 1,174 y US$ 3,880, o sea tres veces más que en Perú. El acuerdo alcanzado luego de la huelga magisterial implica incrementar el salario mínimo en educación a S/. 2,000 a partir de diciembre de este año. Además se estableció como compromiso que el Ministerio de Educación deberá elaborar un estudio técnico sobre incrementos graduales de la remuneración docente, la que será presentada al Ministerio de Economía y Finanzas.

Además del incremento salarial otros acuerdos son: a) Respecto de la deuda social, que el Gobierno dispondrá de S/. 200 millones en el 2018 para que Gobiernos Regionales paguen deudas derivadas de sentencias judiciales; b) Sobre la evaluación de desempeño docente, que este debe cumplir un rol formativo y de mejora de práctica docente, es decir, no debe tener un carácter punitivo, siendo obligatoria la capacitación antes de cualquier evaluación; c) Acerca de las licencias sindicales, además de las licencias otorgadas a las dirigencias nacionales, se otorgarán licencias a los representantes de los gremios regionales mayoritarios, distintos a la base del gremio nacional. Se hace además explicito el rechazo a todo acto de violencia y se deslinda con cualquier grupo o persona que la promueva, por ser contrario al sistema democrático y los derechos fundamentales de la persona.

Sin duda, hay aspectos de política educativa que requieren ser evaluados y replanteados, por ejemplo, la necesidad de retomar como objetivo central una educación pública y de calidad para los más de 8 millones de estudiantes de la escuela básica, y superar estrategias de focalización como Beca 18 y los Colegios de Alto Rendimiento (COAR). No se debe perder de vista el objetivo principal de la educación pública como derecho universal. Recordemos que el Acuerdo Nacional establece como política de Estado el acceso universal a una educación pública, gratuita y de calidad (Política de Estado 12), además de constituir un derecho constitucional e internacionalmente reconocido.

Es importante destacar que el propio Acuerdo Nacional señala que es necesario eliminar las brechas entre educación pública y privada, y que se debe promover y revalorizar la carrera magisterial “mediante un pacto social que devenga en compromisos recíprocos que garanticen una óptima formación profesional, promuevan la capacitación activa del magisterio, y aseguren la adecuada dotación de recursos para ello” (Política 12, literal b).

Este pacto social, implica mantener un dialogo constante con representantes legítimos del magisterio. La huelga de maestros debe llevarnos a reflexionar acerca de la necesidad de priorizar los esfuerzos en el sector educación, incrementar sus recursos, mejorar sus salarios y recordar que la evaluación debe tener como condición previa la capacitación activa del magisterio, tal como señala el Acuerdo Nacional.