Comisión de la Mujer y Familia: la necesidad de un nuevo rumbo

Sesión de la Comisión de la Mujer y Familia, 18.10.17.

En la sesión de hoy de la Comisión de la Mujer y Familia, luego de una semana de repercusión mediática por sus declaraciones en relación a la violencia contra las mujeres, se produjo la renuncia de la congresista Maritza Matilde García Jiménez a la Presidencia. A esto se sumó la invitación a un evento de la Comisión de un profesional destituido de la Aldea Infantil “Señor de la Exaltación de Huarmaca” en Piura por tocamientos indebidos a niñas.

Junto con las y los congresistas Gloria Montenegro, Marisa Glave, Richard Arce, Tania Pariona, Alberto De Belaunde, Oracio Pacori, Patricia Donayre, Edgar Ochoa, Manuel Dammert, Mario Canzio, Horacio Zeballos, Hernando Cevallos, María Elena Foronda, Alberto Quintabilla, Guido Lombardi y Vicente Zeballos de las bancadas del APP, Frente Amplio, Nuevo Perú y PPK solicitamos, con fecha 12 de octubre, a la vocería de la bancada de Fuerza Popular, y a su lideresa, Keiko Fujimori, que se decida la salida de la congresista no solo por las declaraciones de la congresista, las mismas que ha reiterado insistentemente sin voluntad alguna de rectificación, sino porque esta forma de accionar debilita la Comisión de la Mujer y Familia, la instancia especializada para el debate y aprobación de normas para la fortalecimiento de los derechos las mujeres.

Hoy asistimos a una lamentable ratificación de la congresista de lo dicho previamente. Repitiendo el argumento de que “se han sacado de contexto” sus declaraciones y reiterando que las mujeres debemos “evitar la provocación” como medida preventiva, la congresista señaló en un primer momento que este tema debía verse en otra instancia parlamentaria. Finalmente, ante la pluralidad de las intervenciones unánimes del conjunto de congresistas asistentes que solicitamos su remoción, anunció su renuncia antes de que el pedido fuera sometido a votación.

Esta es una oportunidad de repensar la necesidad de contar con normas, políticas y acciones que apunten a defender específicamente los derechos de las mujeres, sin contraponerlos a la promoción de las políticas para el fortalecimiento de las familias y otros sectores vulnerables. Antes de dimitir la congresista García dijo que su Presidencia tuvo un enfoque diferente. Y para entender ello es vital recordar el contexto en que produjeron sus  declaraciones iniciales que han enmarcado este debate. En la sesión del 4 de octubre se debatió el predictamen del Proyecto de Ley 953/2016-CR, Ley que declara de interés público el cumplimiento e implementación de la política pública de integración y fortalecimiento de la familia como espacio fundamental para el desarrollo integral de la persona. Y allí se intentó contraponer dos enfoques. Junto con Tania Pariona defendimos la necesidad de que la norma a aprobarse hiciera referencia expresa y se enmarcara en la política pública vigente sobre fortalecimiento de las familias en su diversidad y, en contraposición, es que integrantes de Fuerza Popular, la Presidenta incluida, señalaron que no debía hablarse específicamente de derechos de las mujeres, sino de la familia, llegando incluso a sugerir que la Comisión no debía ser “de la Mujer”, sino “de la Familia”.

En ese marco es que se dieron las declaraciones que todas y todos hemos escuchado, con ocasión de reivindicar que los hombres debían ser también protegidos por la Comisión. Por ello, señalo que esta es una oportunidad entonces para definir que la Comisión de la Mujer y Familia, como instancia especializada para el debate y aprobación de normas y atención de diferentes situaciones de vulneración de derechos que son puestas bajo su conocimiento, debe apuntar al fortalecimiento de los derechos las mujeres, y de las familias en su diversidad, considerando los derechos de todas las poblaciones en situación de vulnerabilidad, y que ambas visiones no se contraponen, sino que son complementarias. No podemos renunciar a promover la igualdad para las mujeres dentro y fuera de las familias. Las cifras de violencia y la desigualdad nos interpelan. #NiUnaMenos